¿Yo qué?
Muchos estudios
científicos mencionan dos aspectos que nos diferencian de otros animales (sí,
nosotros también somos animales): El pulgar y nuestras capacidades cognitivas.
Quizás exista una conexión entre ambos, logrando hacernos principales actores
en este mundo, seres superiores a todos y terminarnos por completo al planeta
tierra (perdonen, no sabíamos el poder destructor del cual poseemos… muajaja).
Pero lo que en verdad nos hizo evolucionar en lo que ahora somos, desde el
humilde punto de vista de quien escribe estas líneas es: La curiosidad.
La RAE,
Wikipedia y wordreferences concuerdan definiendo a la curiosidad como: Deseo de
conocer lo que no se sabe. Ese deseo es el motor de nuestra humanidad, incluso
Descartes pone como piedra angular de cualquier conocimiento la duda, amiga
hermana de la curiosidad. ¿A que tipo de animal se le ocurriría chocar dos
piedras para crear fuego? O aun más irracional ¿Matar a un ser vivo, abrirlo,
quitarle la piel y ponerlo en el fuego para poder ser comido? Racionales, no lo
somos del todo, pero curiosos si ¿A quien se le ocurriría semejante actividad?
Hay algo que
siempre hace crecer ese sentimiento de duda y curiosidad, ese plus se lo da
cualquier cosa que tenga la palabra “prohibido”. Por ejemplo, a mi me ha pasado
en varios aspectos, pero existe algo que lo puedo englobar: El Rock.
El rock como
genero actualmente no tiene esa etiqueta de prohibición (anteriormente si, era
el genero de Satán jaja), pero teniendo como bandera el “sex, drugs and
rock&roll” en mi casa no era del todo bien recibido, cabe aclarar que para
alguien de pueblo, que creció escuchando a Antonio Aguilar y José Alfredo
Jiménez, mis padres tenían un gran prejuicio referente a ese genero que es
“puro ruido de locos”
La curiosidad de
escuchar esa música de “marihuanos”, de vaguitos, no les gusto a mis padres,
pero a mí sí, y un chingo. No solo la música, sino la ideología, la filosofía,
las drogas, el arte, la literatura, la moda, el cine, la pintura, el diseño y
también las actividades prohibidas como: Fumar, tomar, salir a graffitear
(rayonear a lo pendejo) y darse sus primeros “toques”, tal cual rockstar de
barrio.
En la actualidad
no me imagino sin escuchar ese tipo de música “prohibida”, se me hace imposible
imaginarme si esa piedra rodando llamada rock, no me hubiera dado un madrazo en
la cabeza. Quizás seria otro mas del montón que adora a Espinoza Paz o a Luis
Miguel, mientras usa pantalones pegados y playeras abercrombie o hollister, pero gracias a Dios (si es que existe y me esta leyendo) que no.
Y esto es una
pequeña reseña de lo que el autor de este blog escribirá y difundirá. Quizas los próximos sean mas cortos, porque la neta, la neta, la gente es bien huevona, y un aplauso a ti, si tu que llegaste hasta esta ultima linea.