martes, 29 de enero de 2013

Historias de Pared




Todos, pero todos somos unos prejuiciosos de primera, y quien diga “no, yo nunca lo he hecho” está mintiendo. En primera, somos seres basados principalmente en el sentido de la vista, de ahí el refrán “El amor entra por los ojos” y el porqué de nuestra afición por el cine, televisión e Internet. Y digo, ser prejuicioso no es malo, ¿apoco nunca se han sentado en algún lugar del parque, ver personas pasar y tratar de crearle una historia con base en su ropa, en su caminar, en su cara, en su style? La neta yo sí. Y pues cada quien se viste como quiere y hace lo que quiere, uno como ser visual por ende trata de exteriorizarse y mostrarse en una imagen para ser prejuiciado por otro (aunque no quieras). Todo esto es, como una cadenita de prejuicios. Yo sé que soy prejuiciado, y como sé que lo seré pues trato de cambiar mi imagen para ser prejuiciado de una manera no tan gacha, o una de mi agrado.

Lo anterior está basado en la vida cotidiana, en lo real y tangible de este mundo material, pero ¿qué pasa ahora con la llegada de la era virtual? Eso de “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza” es absurdo en la era virtual, en el ciberespacio, en los telaraña de información generada por la web2.0, y ya cada quien hace su imagen como quiere. Las redes virtuales que son usadas para socializar y estar en contacto con tus amigos como Facebook o twitter son un gran ejemplo. Ahora ya no te sientas en el parque para crear historias de personas desconocidas, ahora te sientas en cualquier lugar de tu hogar para crear historias de lo que publican tus “conocidos” en sus espacios virtuales, es más, si fuera psicólogo les haría un análisis de personalidad con solo ver el historial de su compu. Lo sé, quizás sea más aburrido, pero aquí las personas abren más su personalidad, se destapan y escriben y escriben (como yo). Gracias a facebook o Twitter sabes qué (malos) gustos musicales tiene la mayoría de tus conocidos, conoces de quién son fans y del porqué de su mal humor. También hay personas muy reservadas, y su contraparte que no dejan de publicar, publicar, publicar ad infinitum. Ves como hay “súper defensores de animales” y ateos de corazón, también personas que tratan de hacer conciencia y weyes que les vale madre el mundo. El timeline es un chile mole pozole de la más amplia gama de ideologías, por lo tanto, demasiado interesante. Es como ver a Vicente Fernández disfrazado de astronauta mientras canta una canción de Led Zeppelin maquillado como integrante de Kiss, lo sé, es absurdo, pero así es este espacio inexistente que habita en Internet.

Y como consejo, si quieren dar buena imagen pues háganlo conscientemente, porque no falta la morra que sube fotos “sexys” y luego pone de estado “es que nadie me quiere por lo que pienso”. Piensen banda, piense antes, ya no de hablar, sino de actualizar su estado. 




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1 comentario:

  1. pinche moy machista! no me gusto el ejemplo de la morra y no es que sea feminazi, aunque acepto que esas morras ni piensan la neta xD yo nadamas les doy chance porque estan morras y es un estereotipo mega tipificadisimo (prejuicios, prejuicios,prejuicios) jaja

    lo más chido, la imagen de chente, rifadota :D

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