martes, 1 de enero de 2013

This is the end





Son las 23:50 en mi reloj, me asomo por la ventana y no pasa nada de otro mundo. Camino hacia la cocina donde está el calendario que toda la familia consulta, el día de hoy: 20 de diciembre de 2012. ¿El final estará cerca? Según las malas interpretaciones y el sensacionalismo de los medios masivos, sí ¿creerles o no creerles? Por si las dudas trato de prepararme. Tengo apenas 8 minutos para ordenar mis ideas y recibir “El Fin del mundo” ¿Qué hacer? Lo primero es entrar a mi cuarto, ver que todo lo que guardo, todo lo que me rodea desaparecerá, pero que hueva que el final del mundo solo tenga de sountrack efectos especiales de explosiones, rayos láser, derrumbamiento de montañas, olas golpeando la costa y fragmentaciones de edificios, así que opto por poner una canción -en este momento son las 23:55- pero ¿qué canción? Mi mente empieza a linkear ideas como un procesador, primera palabra en aparecer: “Fin”, ¿alguna canción qué tenga que ver con el “fin”? Ninguna. Mi buscador mental cambia el filtro de búsqueda y la palabra “The End” aparece, desvaneciendo el vacío que existe en mi interior. “The End” The Doors, imágenes de Apocalipsis Now! aparecen en mi cabeza, ¡A huevo que fui educado por mamá tele y papá radio! La canción está al pedo, de esas rolas que duran más de 10 minutos -11:42 para ser exactos- y que son para dejarse llevar, de esas rolas que gustan a la gente pacheca, porque te da tiempo de subir y bajar del avión hecho de THC. Acostado en mi cama veo el techo de mi cuarto mientras escucho al Rey Lagarto, porque el puede hacer todo ¡TODO! Faltan dos minutos para que el mundo termine y la canción poco a poco va subiendo de velocidad, adentrándose en el viaje. Me cuestiono ¿por qué el ser humano estará tan obsesionado con el final? Con la muerte, con las metas, con llegar a la etapa final de todo, y entre más rápido mejor. ¿Por qué acelerarnos? ¿Por qué esperar un final apocalíptico? ¿Por qué todos esperan el final de algo? Lo peor es que lo ven como “malo”, pero porque no pensar en un cambio. Vivimos en una sociedad en donde el tiempo se nos enseño de forma lineal, lo que pasa hoy es imposible de pasar mañana, pero nos olvidamos que el tiempo es un ciclo, no por nada la manecilla del reloj pasa millones de veces por el mismo lugar, no en el mismo tiempo y espacio, pero sí de la misma manera. Pensemos de manera mas cíclica y menos lineal. 


Stop. La canción termina y ya son las 0:07, nuevamente me asomo en la ventana esperando ver algo de otro mundo –literal- Ovnis, fuego, los jinetes del Apocalipsis, al Cibernético, dragones o ya de perdis un chupacabras y pues… no pasa nada.


Le doy replay para poder disfrutar nuevamente la canción, cierro los ojos esperando abrirlos en la mañana para corroborar que al menos mi mundo no termino hoy.















No hay comentarios:

Publicar un comentario